Pertenencia y origen II

Si bien el ser humano necesita sentir que pertenece a algún lugar, pero otra cosa que puede ser de mucho orgullo o de pena es el origen.

Mucha gente a la que conozco, si le preguntasen, si pudieras volver a nacer, en qué país o lugar desearían nacer, y estoy seguro que responderían en cualquier otro lugar antes que en México nuevamente, los mexicanos aveces nos avergonzamos de nuestro origen además solemos ser algo malinchistas, pero volviendo al principio de la idea, el origen nos lleva a tener un gran orgullo, o sentirse inferior.

Pero esto no se queda solo por países, si no también dentro de México entre estados, que si eres de tal estado o lugar hay personas que se crecen, y otras que se empequeñecen.

Pero si lo vemos desde un punto de vista neutro, el origen no es más que «el origen», ya que no todas las personas estamos cortadas con la misma tijera por el simple hecho de ser originarios de tal lado, lo que sí y quizás es que estemos acostumbrados a ese ambiente y sus costumbres, cosa que si forma la personalidad del individuo pero hay gente que no sigue o no tiene la misma idea que la de la mayoría de donde vive.

En pocas palabras las mayorías hacen que se prejuzgue a las minorías, ya sea para bien o para mal. Los prejuicios por este tipo de cosas llegan a incidir en algunos casos fuertemente. La frase que dice:

La primera impresión siempre importa

habría que dejársela a gente que se deja llevar por los prejuicios, y me gusta más la frase de:

No juzgues a un libro por su portada